Santo Domingo. La vida, como la muerte, nunca espera y puedes sorprendernos en cualquier momento, aunque no estemos listos ante la pobreza y la falta de las condiciones adecuadas para recibirla. Una prueba de ello fue lo sucedido la mañana de ayer en la intersección de las avenidas 27 de Febrero con Máximo Gómez, donde la labor de parto sorprendió a una mujer de nacionalidad haitiana, quien trajo al mundo a su hijo, sin ayuda médica de una ambulancia que no llegó a tiempo.
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