Alrededor de 300 personas, todas ellas condenadas por tráfico de drogas, están en el corredor de la muerte en Irán a la espera de ser ahorcados, anunció el fiscal general del Estado, Abas Yafari Dolatabadí.
El responsable precisó que todos ellos son narcotraficantes a baja escala, algunos condenados a la pena capital por la posesión de 30 gramos de droga, y que en la actualidad no hay camino del patíbulo ningún líder de narcobandas.
"Los veredictos ya han sido confirmados para al menos trescientas personas vinculadas a las drogas, incluidos aquellos que fueron detenidos en posesión de 30 gramos de heroína", resaltó Dolatabadí, citado hoy por el diario local "Sharq".
En Irán rige una interpretación de la ley islámica o Sharia que condena a la pena capital a los asesinos, a los violadores, a los narcotraficantes y a aquellos que atenten contra la ley de Alá y la República Islámica.
Según las estadísticas que maneja la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, Irán es, con más de 300 ahorcamientos al año, el segundo país del mundo que más ejecuciones realiza, solo por detrás de China y por delante de Arabia Saudí y Estados Unidos.
El narcotráfico es uno de los principales problemas de Irán, país que comparte una de las fronteras más peligrosas del mundo con Pakistán y Afganistán, y que sirve de puente para el tránsito de la droga hacia el golfo Pérsico y Europa, a través de Turquía.
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