domingo, 29 de mayo de 2011

Talibanes efectúan ataques deslumbrantes con infiltrados


KABUL .- Un vehículo con matrícula de un general afgano llegó en abril a la entrada del Ministerio de Defensa en Kabul. Como el parabrisas exhibía un pase especial clasificación "A'', los guardias le autorizaron a señas el ingreso inmediato. Una vez dentro, un hombre vestido con uniforme militar salió del vehículo e irrumpió en el principal recinto del ministerio, dijo un funcionario del gobierno afgano.

El individuo mató a dos soldados afganos antes de que fuera abatido. El hombre armado además hirió de gravedad a un oficial del ejército que murió después en un hospital.
El ataque del 18 de abril fue descarado y orquestado con habilidad por la insurgencia en una señal de las acciones de pequeña escala pero deslumbrantes que tienen el sello de la campaña de primavera del Talibán.

Ante su incapacidad de igualar el poder de fuego de la coalición que encabeza Estados Unidos y de las fuerzas armadas, la insurgencia utiliza suicidas para perpetrar atentados explosivos y ataques contra edificios del gobierno, con la idea de mostrar su capacidad de resistencia y recuperación.

El sábado, un atacante suicida vestido de policía detonó los explosivos que llevaba en un chaleco dentro de las oficinas del gobernador de una provincial en el norte de Afganistán.
En el hecho perecieron dos importantes comandantes de la policía afgana y resultó herido el general alemán que dirige a las fuerzas de la OTAN en el norte del país. Otros dos alemanes y dos afganos perecieron en el ataque.

Se desconoce el grado de daño causado a la insurgencia durante el invierno (boreal) con la campaña militar que encabeza Estados Unidos y si las acciones rebeldes recientes son preludio de una intensificación de la lucha del Talibán durante el verano.

Los insurgentes necesitan recuperar parte de las provincias sureñas de Kandahar y Helmand, sus baluartes tradicionales, si pretenden recuperar su base de poder y los campos de opio con los que financian su movimiento.

"Sin duda, el tipo de ataques que están lanzando muestra la indisposición del Talibán a enviar gran número de combatientes contra la coalición o las Fuerzas Nacionales de Seguridad Afganas porque serían aplastados", dijo el teniente coronel John Dorrian, portavoz de la coalición.

"Con este tipo de ataques los talibanes pretenden dar un golpe de propaganda y desacreditar al gobierno", agregó.

"Esta será una temporada difícil. Los talibanes no se van a quedar con los brazos cruzados frente a los progresos (contra ellos) en seguridad y vemos que intentan regresar. No hay certezas aquí", dijo el general de división británico Phil Jones.

Este militar es un veterano que ha efectuado cuatro recorridos por Afganistán y es el hombre crucial de la OTAN en los esfuerzos para la reintegración de los combatientes talibanes en la sociedad.

Casi todos los ataques recientes del Talibán han sido de pequeña escala, con una o dos excepciones notables en la provincia montañosa de Nuristán, en el norte, una zona remota sin destacamentos permanentes de la OTAN ni de las fuerzas Afganas.

Sin embargo, la insurgencia ha incrementado el ritmo de sus acciones mediante ataques realizados por soldados o policías inconformes o con rebeldes que se disfrazan de éstos.
"El enemigo efectúa grandes esfuerzos para infiltrarse en las organizaciones de seguridad afganas", dijo en fecha reciente al parlamento el general Abdul Rahim Wardak, ministro de Defensa de Afganistán.

El Talibán aseguró que sus tácticas indirectas, como ataques con suicidas, asesinatos e infiltraciones son parte de su nueva estrategia contra el gobierno.




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