martes, 8 de febrero de 2011

EL MITO DEL SANTO CERRO.

En su artículo sobre La Vega, culta,  olímpica e histórica ciudad colonial, Javier Noguera habla de una leyenda «que cuenta que una noche previa a una batalla en la época colonial, se apareció en el campamento de los españoles la Virgen de las Mercedes, la que les habría garantizado a éstos el triunfo en la guerra».

En su artículo, Noguera expone los datos, pero no los enlaza.  Los deja intocables como si temiera quemarse, trato que también otorga la jerarquía católica.  Aprovecho para verter mejor claridad a la historia que sustenta el mito.

En verdad no se trata de una leyenda, sino del relato de una batalla histórica contada por el sorprendido perdedor que atribuye a milagro de Dios su inexplicable sobrevivencia, ignorando que, contrario a los europeos, los taínos no luchaban necesariamente a muerte.

Cristóbal Colón salió de La Isabela con su hermano Bartolomé y una fuerza compuesta de 200 soldados de infantería y 20 de caballería españoles, auxiliados por 1,100 guerreros de Guacanagarix, talvez pensando que la captura y muerte de Caonabó, haría posible eliminar la  oposición  taína y construir asentamientos asequibles a las riquezas auríferas de los ríos cibaeños.

Cuando llega a la zona del Santo Cerro, decidió encumbrarse allí con sus fuerzas esperando pelear y ganar la gran batalla porque el lugar era fácil de defender y permitía observar todo el valle del Cibao.

A diez días de haberse iniciado ésta, el 25/3/1495, en plena inferioridad militar, «Colón ordenó a sus hombres que se refugiaran en... un palenque... que él mismo había ordenado construir a sus aliados indios... había ordenado hacer una cruz de... madera de... níspero donde los españoles oraron por el triunfo el próximo día, del cual creían que sería el último para ellos, ya que sus aliados indígenas habían sido heridos, estaban muertos, o habían desertado.

Esa noche... los españoles pidieron e imploraron, temiendo el ocaso y la muerte, la cual estaban seguros les aguardaba... En la mañana, cuando las exhaustas y asustadas tropas españolas se levantaron, listas para descender de la montaña para la batalla final, ¡no encontraron con quien pelear! ¡Los indios enemigos se habían marchado!  Colón ordenó a sus hombres arrodillarse y orar en agradecimiento de la Virgen de las Mercedes por su milagrosa victoria y para construir una fortaleza al pie del Santo Cerro» (cito a Lynne Guitar).  Esta es historia militar.

Hubo otra que se hizo leyenda, que también pretende ser historia militar, la del milagro o concesión de la Virgen de las Mercedes que entrega triunfo a los invasores y genocidas españoles.  Pero solo tiene un testigo: el cura, único que tuvo visiones
FUENTE;http://www.blogs.elcaribe.com.do/articulistas/marcos-taveras/7391-el-mito-del-santo-cerro-i.html

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