Según la agente, y así lo sostiene la dirección del plantel, este niño junto a otros dos, a veces tres, constituyen una banda que se dedica a robar y agredir físicamente a los estudiantes. La víctima más reciente de estos menores, fue un estudiante de octavo grado a quien el viernes pasado los profesores debieron quitarle de las manos a uno de ellos para evitar que continuara agrediéndolo.
"Le tengo miedo, porque él me dijo que me va a mochar con un machete que tiene", contó ayer el estudiante a DL.
Pero además de los menores que entran, le quitan el dinero de la merienda a los estudiantes, les roban los accesorios o les tiran piedras, la escuela es víctima constante de robos o intento de éstos, según dijo su director, el padre Nelson Rafael Paulino López.
El sacerdote aseguró que sólo en dos años han robado en el plantel ocho veces, y que constantemente intentan robar en el lugar. "Lo triste es que no se hace nada. Por eso es que estamos clamando por una solución a la inseguridad que existe y que no nos dejen tan desamparados". Dijo que aunque existen cinco policías escolares para los turnos de mañana y tarde, necesitan militares que controlen a los delincuentes.
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